lunes, 11 de noviembre de 2013

SAN SEBASTIAN - DONOSTI 31-8-2013


                               Se celebra el 200 aniversario del incendio de San Sebastián.
                                      
                         Julia y yo decidimos compartir con los donostierras esta conmemoración.

El 31 de agosto de 1813, las tropas anglo-portuguesas sitiaron la ciudad, la saquearon, asesinaron a cientos de personas y finalmente la incendiaron
La intervención de Napoleón Bonaparte en España tuvo como consecuencia la cruenta Guerra de la Independencia en este país, que resultó agotadora para las tropas francesas. En 1808 colocó a su hermano José Bonaparte en el trono de España, desencadenando la rebelión del pueblo español, que se alió con ingleses y portugueses contra el imperialismo francés. El 21 de junio de 1813, las tropas napoleónicas fueron derrotadas en la Batalla de Vitoria y buscaron refugio en San Sebastián, próxima a la frontera entre España y Francia y ocupada por los franceses desde 1808. Durante los cinco años que éstos permanecieron en la ciudad, y según testimonios de la época, los donostiarras recibieron un trato cordial, a pesar de la penuria económica que vivían. El 31 de agosto de 1813, hace 200 años, San Sebastián fue sitiada y arrasada por las tropas anglo-portuguesas, comandadas por el general sir Thomas Graham, quien dependía del duque de Wellington.

 
La calle 31 de Agosto tiene su historia; una historia de casi 200 años. Es la única calle que queda de la antigua San Sebastián.
En 1813, las tropas Francesas, que dominaban la ciudad, fueron vencidas por las tropas Inglesas y Portuguesas, aliadas de las españolas. Los sitiadores, tras hacerse con la ciudad, incendiaron la urbe saqueando y violando a muchas de sus habitantes. Sólo dejaron en pie una calle, la cual les sirvió para hospedarse mientras duró su ocupación. Esa calle llamada Trinidad es la que conocemos hoy en día como el 31 de Agosto, la cual alberga las casas más antiguas de Donostia.
Este año se conmemora el bicentenario (1813-2013) de la quema y destrucción de la ciudad y su posterior reconstrucción, con un programa participativo y amplio que se extiende durante todo el año 2013.

                Al día siguiente se obligó a los y las donostiarras a abandonar la ciudad, muchos de ellos desnudos. Durante una semana las tropas aliadas se dedicaron a quemar las casas, una a una, excepto la última fila de edificios de la calle de la Trinidad, hoy 31 de Agosto, las iglesias de Santa María y San Vicente y el convento de dominicos, hoy Museo de San Telmo (…) Cuando los libertadores abandonaron por fin Donostia, la ciudad había desaparecido” (Y Donostia ardió. Toti Martínez de Lezea)